El reino mágico
Cuenta una vieja leyenda que un niño y su perro se perdieron en el bosque.
El bosque era grande, los árboles como rascacielos. Había muchos tipos de plantas, incluso venenosas: la seta venenosa, la morera con espinas...
Y si vas a ese bosque no podrás salir.
Pepe tenía 8 años; era bajo para su edad, de tez morena, el pelo de color marrón y ojos azules como el cielo.
Era un poco travieso y nervioso, pero con su mejor amigo y su perro, era simpático y gracioso.
Leo tenía 5 años; era de raza caniche, pelo de color blanco y ojos de color negro. Leo tenía las orejas puntiagudas como un palo.
Era cariñoso y travieso cuando jugaba a la cuerda, su juguete favorito.
Un día Pepe y Leo se fueron a jugar al bosque.
Pepe le dio tan fuerte a la pelota que salió disparada. Pepe y Leo se fueron a buscar la pelota pero... vieron un agujero negro, Leo se cayó y Pepe fue a buscarlo.
Era una ciudad mágica. Había duendes y hadas, pero no se llevaban bien.
¡Iban a pelear! Pero Pepe quería separarlos.
-Hola soy un niño de la tierra ¿por qué os peleáis?-preguntó Pepe
-Porque la hadas nos han robado la bola mágica -contestaron los duendes.
-¿Y para que sirve eso?-quiso saber Pepe
-Para juntar a la reina y al rey, porque están separados y sin ellos no hay magia.
-Pero es que así no se arreglan las cosas.
-¿Y como se arreglan?-preguntaron los duendes
-Pues pidiéndole todos juntos al rey y a la reina que se junten.
-¡Vale, vamos allá! - dijeron los duendes mientras se dirigían al lugar donde estaban el rey la reina.
En el camino encontraron a las hadas y les pidieron que los acompañaran
-¡Hola hadas! queremos que nos ayudéis para juntar al rey y la reina.
-¡Vale!, pero con una condición -dijeron las hadas- Que nos concedan todos los deseos que queramos.
-Vale. Pero antes quiero presentaros a Pepe, un niño de la Tierra que ha venido con su perro Leo.
-Hola Pepe y Leo -saludaron las hadas muy contentas
Los duendes, las hadas, Pepe y Leo se fueron al castillo de la reina a ver si solucionaban el problema..
-¡Hola reina! -se presentaron respetuosamente las hadas y los duendes- queremos que tú y el rey os perdonéis para que la magia siga existiendo.
-¡Vale, de acuerdo! Si es lo que todos deseáis, así será.
La reina, los duendes , las hadas, Pepe y Leo se fueron al reino del rey .
-¡Hola rey! queremos que tú y la reina os reconcilieis porque, sin vosotros, no existe la magia.-suplicaron al rey.
-Por fin habéis venido, porque quiero que la reina me perdone.
-Claro que te perdono -dijo la reina.
Todos juntos se fueron al reino de los duendes y de las hadas. Todos se perdonaron.
Pepe y Leo quisieron irse de ahí porque tenían ganas de volver con su familia.
-Rey y reina, ¿podéis llevarnos a casa?-suplicó Pepe-Deseamos volver con nuestra familia.
-Claro que si.
Hicieron magia juntos; Pepe y Leo le dieron las gracias.
Pepe y Leo llegaron a su casa para estar con su familia . Pero, aunque era muy extraño, no había nadie en su casa.
¿Sabéis lo que era? Era un sueño